Ripoll, la capital del Ripollès, es mucho más que un bonito pueblo: es un símbolo de la historia y la identidad catalanas. Conocido como la cuna de Cataluña, aquí puedes sumergirte en el pasado visitando el impresionante monasterio de Santa Maria de Ripoll, uno de los grandes referentes culturales y religiosos de la Europa medieval. Pasear por este lugar es descubrir siglos de historia en cada rincón.
Pero Ripoll no es solo para amantes de la historia. Su entorno natural, rodeado de montañas, bosques y prados, lo convierte en un destino perfecto para quienes buscan aventura y paisajes. Puedes llegar siguiendo la ruta del Hierro y del Carbón, la ruta del Ter o los caminos del Obispo y Abad Oliba. ¡Una combinación perfecta de cultura y naturaleza!