La Vall de Bianya es un lugar donde historia y naturaleza se mezclan de forma mágica. Durante siglos, fue un paso clave gracias a la vía romana del Capsacosta, que unía la llanura con los Pirineos. Por aquí pasaban comerciantes, viajeros y todo tipo de aventureros, y muchos acabaron quedándose, dejando como huella masías, iglesias románicas y encantadores pueblos que hoy salpican el paisaje entre encinares, robledos y hayedos.

Hoy te toca a ti explorar este rincón único. Puedes recorrer el paso de Els Traginers, uno de los pocos tramos que aún se conservan de aquella antigua calzada romana. Tanto si lo haces a pie como en bici o a caballo, el recorrido te regalará historia, naturaleza y unas vistas rurales que te harán desconectar del mundo. ¡Una aventura perfecta!

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