Camprodon, en pleno corazón de El Ripollès, es de esos pueblos que te atrapan desde el primer momento. Su mezcla de naturaleza, arquitectura y ambiente relajado lo convierte en el lugar ideal para desconectar unos días.

Empieza cruzando el famoso puente Nou, el icono del pueblo, y sigue con un paseo tranquilo por el señorial paseo de Maristany o las riberas del Ter. Si te gusta el románico, no te pierdas el monasterio de Sant Pere ni la iglesia de Sant Cristòfol en Beget, un rincón encantador muy cercano.

¿Buscas algo más activo? Puedes lanzarte a hacer senderismo, practicar golf, esquí o simplemente disfrutar de la buena comida local. Camprodon tiene ese algo especial que hace que te apetezca volver antes incluso de haberte ido.

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