Lladó es un pueblo tranquilo de L’Alt Empordà donde el tiempo parece ir más lento. Aunque su nombre ha cambiado muchas veces a lo largo de la historia, hoy en día conserva una esencia medieval que se respira en cada rincón. Su joya principal es el antiguo monasterio de Santa Maria, un edificio románico con mucha historia a sus espaldas, declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
Si te apetece descubrir el paisaje de forma activa, tienes la opción de seguir el camino del Manol, una ruta ideal para recorrer en bicicleta o a pie. Te llevará por caminos rurales, entre campos y masías, y te mostrará una cara menos conocida de L’Empordà.
Perfecto para desconectar, perderte un rato y disfrutar del silencio. Lladó es todo calma, piedra antigua y naturaleza.