Osor es un pueblo con encanto que invita a perderse por sus calles empedradas, bordeadas de flores y casas con dinteles antiguos y preciosos ventanales. Pasear por aquí es como viajar atrás en el tiempo, descubriendo rincones llenos de historia y detalles que enamoran. Los puentes medievales y la zona ajardinada, donde patos, peces y ocas viven tranquilos, crean una atmósfera única y relajante.

Pero el encanto de Osor no se acaba en su centro. Si te aventuras a explorar los alrededores, te esperan las antiguas minas, llenas de recuerdos del pasado, y el famoso puente de Les Bruixes, que despierta leyendas e historias. Es un destino perfecto para quienes disfrutan de la mezcla entre naturaleza y tradición. ¡Un lugar que te atrapará desde el primer momento!

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